Ciclotron

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Centro de Medicina Nuclear y Radiofarmacia: Un recinto del más alto nivel

Esta obra tuvo su gran foco en la calidad y seguridad para los trabajadores, pacientes y público.

El inicio de faenas comenzó los primeros días de abril de 2010 y comprendió la preparación del terreno, el trasplante de árboles que hoy siguen siendo parte de los jardines de la Fundación, excavaciones y posteriores obras civiles. Fue una labor de gran envergadura en la que las medidas de seguridad y medioambientales ocuparon el lugar más destacado.

Andrés Amaral, project manager PositronPharma.

Andrés Amaral, project manager PositronPharma.

Andrés Amaral, project manager de PositronPharma, recuerda que “en noviembre del mismo año comenzaron a llegar los primeros equipos, entre los que estaba la puerta del búnker, con dos metros de espesor y 11 toneladas“.

Durante todo el 2010 se trabajó intensamente para cumplir con el programa y para que finalmente el 19 de diciembre llegara el Ciclotrón. “Luego de su posicionamiento, al búnker se le colocó su tapón y sellado de hormigón, logrando una losa de 2,1 metros de concreto”.

Hasta abril se efectuaron todas las terminaciones, dando comienzo a una nueva etapa de puesta en marcha de los equipos. En agosto de 2011 se produjo la primera dosis de radiofármacos.

“Esta obra fue realizada en tiempo récord en cuanto a instalaciones complejas de este tipo, sorprendiendo incluso al propio fabricante del Ciclotrón”.

Explica Andrés Amaral que “se tomaron en cuenta dos ejes principales: la calidad y seguridad. Al trabajar con material nuclear hay que considerar muchas más variables que en la industria normal. Si a esto se suma que somos una institución de salud, asegurar la calidad y hacer un producto seguro es de vital importancia”.

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Seguridad máxima

CiclotronPara trabajar con elementos emisores de radiación hay que considerar aspectos de seguridad radiológica tanto para la gente que se desempeña en las instalaciones como para el público en general.

“El Ciclotrón está al interior de un búnker de hormigón con muros de dos metros de espesor, lo que asegura que la radiación que se maneja al interior quede confinada. Además, este recinto se encuentra en presión negativa evitando cualquier tipo de fuga. Los sistemas de monitoreo radiológico están presentes en todos los espacios donde se manejan elementos radioactivos”, explica Andrés Amaral.

Las instalaciones están autorizadas por la Comisión Chilena de Energía Nuclear, que efectúa un control permanente para que se cumplan los límites que se establecen en la legislación.

Capacidad profesional

Hoy, en el servicio de medicina nuclear y en el laboratorio de radiofármacos trabajan más de 20 personas, dentro de las cuales hay médicos, tecnólogos médicos, radioquímicos, ingenieros, auxiliares, químicos, choferes y personal administrativo.

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